10 Plantas en cepellón y de una altura aproximada de 20 - 30 cm.
El Myrtus communis, conocido como mirto o arrayán, es un arbusto perenne típico de la región mediterránea. Destaca por sus hojas verdes y brillantes, que desprenden un aroma agradable al frotarlas, y sus flores blancas pequeñas y fragantes, seguidas de bayas oscuras comestibles. Este arbusto tiene un gran valor ornamental y cultural, asociado a la pureza y la belleza en diversas tradiciones. Además, su aceite esencial y hojas se emplean en medicina natural y cosmética, mientras que las bayas se utilizan en licores y recetas locales.
El cultivo del mirto es sencillo, ya que se adapta bien a suelos pobres y bien drenados, preferiblemente en ubicaciones soleadas o con semisombra. Tolera la sequía una vez establecido, aunque agradece riegos moderados en periodos secos. Se propaga por semillas o esquejes, y su crecimiento lento lo hace ideal para formar setos o borduras. Es una planta resistente a enfermedades y plagas, lo que la convierte en una opción sostenible y de bajo mantenimiento en jardines mediterráneos o xerófilos.