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La Hedera helix, conocida como hiedra común, es una planta trepadora perenne de hojas verdes o variegadas, que se adhiere a superficies mediante raíces aéreas. Originaria de Europa, es muy versátil, utilizada para cubrir muros, vallas o como tapizante en jardines. Su follaje denso aporta belleza y funcionalidad, ayudando a mejorar la estética, controlar la erosión y proteger paredes de la intemperie. Además, se le atribuyen propiedades para purificar el aire.
Para su cultivo, la hiedra requiere suelos bien drenados, aunque tolera diversas condiciones, desde terrenos pobres hasta ricos en materia orgánica. Se adapta a pleno sol, semisombra o sombra total. Es resistente al frío y al calor moderado, aunque prefiere climas templados. Su riego debe ser regular durante el establecimiento, pero es tolerante a la sequía una vez madura. Su poda es opcional, pero ayuda a controlar su crecimiento y forma. Se propaga fácilmente mediante esquejes o divisiones.
