Elegir en las opciones de arriba la altura planta.
La jacaranda (Jacaranda mimosifolia) es un árbol originario de Sudamérica, conocido por su impresionante floración en tonos morados, lilas o azules, que cubre sus ramas durante la primavera, creando un espectáculo visual único. Sus hojas son pinnadas, de un verde brillante, y su forma es elegante, alcanzando una altura de entre 10 a 15 metros, dependiendo de las condiciones de crecimiento. El árbol tiene una copa extendida que proporciona sombra, lo que lo hace muy apreciado en jardines y calles. Además, sus flores atraen a polinizadores como abejas y mariposas, lo que aumenta su valor ecológico.
El cultivo de la jacaranda requiere suelos bien drenados, preferentemente ligeramente ácidos y ligeros, y una ubicación soleada, ya que necesita muchas horas de luz para florecer adecuadamente. Es un árbol resistente a la sequía una vez establecido, pero durante los primeros años es importante regarlo de manera regular, especialmente en climas cálidos. Aunque es bastante tolerante a diversos tipos de suelos, no soporta el exceso de humedad en sus raíces. La jacaranda se adapta bien a climas cálidos y templados, y prefiere temperaturas moderadas, ya que no tolera heladas fuertes. Es recomendable podarla para darle forma y eliminar ramas secas, lo que también ayuda a fomentar una floración más abundante.