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Fagus sylvatica, conocido como haya común, es un árbol caducifolio originario de Europa que puede alcanzar alturas de hasta 40 metros y desarrollar un follaje denso y amplio, ideal para brindar sombra. Sus hojas son ovaladas y de un verde brillante en primavera y verano, que luego adquieren tonos dorados y cobrizos en otoño antes de caer. Su corteza lisa y gris le otorga una apariencia elegante, mientras que en invierno el árbol desnudo aporta una silueta distintiva al paisaje. Además, es una especie de crecimiento lento y de larga vida, pudiendo vivir varios siglos.
Para cultivar Fagus sylvatica, es ideal plantarlo en suelos bien drenados, fértiles y ligeramente ácidos, aunque puede adaptarse a distintos tipos de suelo. Prefiere climas templados y húmedos y lugares donde reciba sol o sombra parcial. Requiere un espacio amplio debido a su tamaño potencial y no es recomendable para jardines pequeños. Es un árbol resistente, pero sus raíces son sensibles a compactación del suelo, por lo que se debe evitar el tránsito constante en la zona donde está plantado. La poda no es esencial, aunque puede realizarse en invierno si se desea controlar su forma o tamaño.