El Acer campestre, conocido como arce campestre o arce menor, es un árbol caducifolio originario de Europa y Asia Occidental. Puede alcanzar entre 10 y 15 metros de altura, con una copa redondeada y densa. Sus hojas son lobuladas y de un verde intenso, que en otoño adquieren tonos amarillos y dorados. Es muy valorado como árbol ornamental en parques y jardines, y sus pequeñas flores amarillas atraen a polinizadores, mientras que sus frutos en forma de sámara dispersan las semillas con el viento, favoreciendo su propagación.
El cultivo del Acer campestre es sencillo, ya que se adapta bien a diferentes tipos de suelos, aunque prefiere aquellos bien drenados y ricos en nutrientes. Puede crecer tanto a pleno sol como en sombra parcial y tolera bien las podas, lo que lo hace ideal para formar setos o bordes arbolados. Es resistente al frío y la contaminación, lo que lo convierte en una opción excelente para entornos urbanos y rurales. Requiere riegos moderados, especialmente en los primeros años, para establecerse, aunque una vez adulto tolera bien la sequía.