La chaqueta Harrington se diseñó por primera vez en Gran Bretaña en los años 30, pero fué en los años 60 cuando se le dió la popularidad que tiene hoy en día. Combinada con un polo Fred Perry, se convirtió en una parte esencial de la indumentaria dura y resistente. El forro estampado a cuadros escoceses rojos era un detalle irreverente y transgresor frente a las normas establecidas de la época.