Desde los lugares más recónditos y semiáridos de África hemos rescatado verdaderos tesoros para el cuidado de la piel y del cabello, aceites como el Argán, el Dátil del Desierto, el Mongongo o Manketti y el Melón de Kalahari extraídos de árboles y plantas que consiguen crecer en condiciones extremas y ayudan a contener la desertificación de esas regiones.
El aceite de Argán, originario de Marruecos, rico en ácido oleico, linoleico y en vitamina E, es un gran antioxidante y anti-age dándole firmeza y suavidad a la piel.
El aceite del Dátil del desierto se extrae de la palmera datilera que crece al borde del desierto en las regiones del Sahel.
Su gran riqueza en Omega 6, Omega 9, fitoesteroles, vitamina E y A le otorga un poder emoliente, regenerador y nutritivo, ayudando a todo tipo de piel y hasta las más castigadas, secas, ásperas, descamadas a recuperar su buen aspecto.
El aceite de Mongongo o Manketti se extrae de la almendra que se encuentra en la fruta del árbol que llega a medir unos 20 metros de altura y que crece entre las dunas y los bosques del desierto de Kalahari.
El aceite de Mongongo es muy rico en ácido alpha eleostearico, Omega 6 y vitamina E.
Es muy recomendado para todo tipo de pieles, mantiene la barrera cutánea creando un filme protector a la dermis, repara el tejido, previene el envejecimiento y es de gran ayuda para pieles atópicas. Un perfecto regenerador para la piel.
El Melón de Kalahari (una región situada entre África del Sur, Namibia y Botswana) es lo más parecido a la sandía mediterránea pero la pulpa es de color verde-amarillento y de sabor amargo.
El aceite tiene propiedades antioxidantes regenerantes , reestructurantes y suavizantes.
Regula la hidratación de la piel y por ende la regulación del sebo.
Indicado para todo tipo de pieles incluidas las maduras, cansadas, deshidratadas y dañadas.
Como podemos ver el Elixir del Desierto es un cóctel extraordinario compuesto de los mejores principios activos de las zonas más áridas de África.
Se aconseja su utilización por la noche ya que su maravilloso perfume al aceite esencial de la Mandarina Bio es considerado uno de los más relajantes.