Entre las aplicaciones del isopropanol, una de las más conocidas es, sin duda, la de agente limpiador y desinfectante. Usos más comunes: Debido a que deja muy pocos residuos, se utiliza para limpiar dispositivos electrónicos, pantallas, lentes, etc. Es un buen quitagrasas y resulta eficaz en la eliminación de restos de pegamento de algunas etiquetas adhesivas. Química analítica: Como disolvente de determinados analitos con grupos hidroxilo, indicadores y reactivos químicos; como disolvente en cromatografías de placa fina, cromatografías líquidas, HPLC, supresor de espumación, estándar para cromatografía gaseosa de mezclas de alcoholes. Medicina: se usa en el secado de oídos para evitar la otitis externa. Diluido, se utiliza como desinfectante de manos. También es posible emplearlo como antiséptico o alcohol para frotar (de la misma manera que se emplearía el alcohol etílico desnaturalizado). Automotores: el isopropanol es un aditivo de la gasolina que actúa disolviendo el agua. Por ello, se utiliza como anticongelante en motores y parabrisas. Eliminador de restos de fluidos en el sistema de frenado. Estética: se utiliza en lociones para la piel, en tónicos para el pelo y en la preparación de ondulados permanentes.