Biggie Yumi Yummy Tooth House (700017399)
Los Biggies son los nuevos Bellies que han crecido y se han convertido en sus hermanas mayores. Se pasan el día comiendo, así que cuando los adoptes tendrás que alimentarlos bien si no quieres que se les hinche demasiado la tripita y te apesten la casa con un gran pedete.
Al igual que los Bellies, son traviesas y les encanta pasarse el día inmersas en aventuras divertidas y emocionantes. Además, estas muñecas son más mayores y les gusta ir un poco más arregladas que los Bellies bebés.
Yumi Yummy viene con la casa de los dientes, el único sitio en el que el Ratoncito Pérez, cambia los dientes por regalos. Pon el diente de la Biggie en la almohada y verás lo que pasa.
Come hasta reventar
Yumi Yummy es una glotona y una golosa. Se pasa el día entero atiborrándose de donuts y de batidos. Pero cuando se pasa, se le hincha la barriguita y, ups, se tira un pedete para que se le deshinche y volver a seguir comiendo.
Para que coma tu Biggie es muy sencillo, tienes que enganchar los alimentos en el agujerito que tiene la muñeca en la boca y presionar para que le entre aire y se hinche así su barriga
Guarda el dientecito en su cajita
Después de tomar tantos dulces, tiene que cuidar su salud bucal así que se cepilla los dientes tres veces al día para evitar que le salgan caries.
Y, como está en edad, puede que se le caiga un dientecito, así que ¡cuidado que no se le pierda! Podrá guardarlo en la cajita con forma de muela enganchada al cepillo de dientes, así luego podrá ponerlo debajo de la almohada y esperar a que venga el Ratoncito Pérez.
La muñeca más dulce de todas
Yumi Yummy es la muñeca más dulce de todas, es muy amorosa. Tiene el pelo rosa con dos coletitas altas y los ojos grandes y morados y lleva puesta su camiseta naranja de las Biggies y un pañal de tela morado. Además, en la cara lleva pintados pequeños corazones rosas.
Con este juguete viene incluida la muñeca Biggie, la casita de los dientes, un donut y un batido de juguete, y un cepillo de dientes con la cajita para guardar el diente que se le cae.