Identificador del artículo de Miravia1356987269309038-2071132727071342 |
Identificador del artículo de Miravia1356987269309038-2071132727071342 |
Las cándidas, de diversas especies, están en la piel, en el aparato digestivo o el tracto genitourinario. Su función es absorber metales pesados e impurezas, los restos de carbohidratos mal digeridos, etc., consiguiendo con ello un equilibrio, junto con las bacterias existentes. Una disminución del sistema inmunológico puede crear un desequilibrio en la flora intestinal, así como los antibióticos, la cortisona, los azúcares en exceso, con la consiguiente abundancia de cándidas, que podrían entonces proliferar y ser dañinas. La candidiasis puede ser local o sistémica, dando lugar en ese caso a un problema grave, con un gran abanico de síntomas bastantes confusos y difíciles de diagnosticar, entre ellos: la fatiga crónica, malestar general, trastornos digestivos, debilidad inmune, alergias o hipersensibilidad a químicos, pueden ser los más resaltables.
ÁCIDO CAPRÍLICO
El ácido caprílico o ácido octanoico, tiene 8 átomos de carbono en su molécula. Aunque el cuerpo lo produce en pequeñas cantidades, a veces es necesario suplementar para poder combatir el exceso de cándidas. Está presente en el coco, la palma, la mantequilla y otros alimentos. Es un ácido graso de mal sabor. Se ha demostrado en muchas experiencias que es activo frente a las cándidas, dentro de un rango de pH comprendido entre 2,5 y 8,5. Ataca también a otras levaduras y hongos, así como a algunas bacterias. El mecanismo de acción parece ser producido por un ataque directo sobre la membrana celular de la levadura. Puede representar un buen preventivo en el uso frecuente de antibióticos, dado el desequilibrio que producen en el digestivo, con la consiguiente proliferación de cándidas.
.