- Supervisa el Uso del Juguete
- Revisa Regularmente el Estado del Juguete
Con el tiempo y el uso, los juguetes tienden a desgastarse, romperse o astillarse. Revisa regularmente el estado de los juguetes y retira aquellos que estén dañados, tengan bordes afilados o partes sueltas, ya que pueden causar cortes, heridas o atragantamientos.
- Evita los Juguetes con Piezas Pequeñas y Desprendibles
Asegúrate de que el juguete sea adecuado para el tamaño de tu mascota y que no tenga piezas que puedan desprenderse y ser ingeridas. Esto es especialmente importante en mascotas grandes o de mandíbulas fuertes, que pueden romper fácilmente juguetes pensados para animales más pequeños.
- Cuidado con los Juguetes de Cuerda
Aunque los juguetes de cuerda pueden ser populares, pueden representar un peligro si tu mascota los desgarra y llega a ingerir las hebras. La cuerda puede causar obstrucciones intestinales serias, especialmente en perros que tienden a masticar y tragar.
- Evita los Juguetes Demasiado Duros
Algunos juguetes, como los de plástico duro o algunos tipos de huesos artificiales, pueden ser tan resistentes que dañen los dientes de las mascotas. Esto puede llevar a fracturas dentales dolorosas. Elige juguetes de una dureza adecuada para su tamaño y fuerza de mordida.
- Cuidado con los Juguetes con Sonidos o Pilas
Los juguetes que tienen mecanismos de sonido o que funcionan con pilas pueden resultar peligrosos si tu mascota los rompe. Asegúrate de que las baterías estén bien aseguradas y, si el juguete comienza a desgastarse, retíralo para evitar que accedan a las piezas internas.
- No Usar Juguetes para Niños en Mascotas
Aunque parezca seguro, los juguetes para niños no están diseñados para soportar la mordida de un perro o gato y suelen incluir materiales o piezas que representan riesgos. Opta siempre por juguetes diseñados especialmente para mascotas.